La rotura de Labrum es una afectación muy dolorosa que perturba muchísimo el buen caminar lo cual genera incomodidad, depresión y sedentarismo.  

Caminar es una de las acciones más cotidianas que realizamos diariamente, e incluso para algunas personas el caminar podría ser la única manera de ejercitarse, pues no todo el mundo puede ir a un gimnasio o tiene la capacidad de correr o trotar, por eso caminar se convierte en una excelente opción para sentirse activo.    

Sin embargo, esta acción tan cotidiana podría verse afectada si sufres un trauma a nivel de la membrana del  tejido fibrocartilaginoso que recubre y protege la cabeza del fémur, llamado Labrum que impide que el fémur  se salga de su órbita.  

Cuando esta membrana se lesiona (rotura de Labrum) se produce un dolor que comienza en la ingle, pudiéndose irradiar a otros lugares, como por ejemplo hacia la nalga o glúteo, cadera, muslo e incluso podría llegar hasta la rodilla.  

Este dolor aparece cuando se intenta caminar, cada paso resulta un sacrificio y esto puede hacer que modifiques tu manera habitual de caminar para tratar de evadir el dolor y por supuesto, cambiará tu estilo y calidad de vida.

Cómo afecta el caminar 

No existe un patrón específico del caminar cuando hay rotura del Labrum, sino va a depender del grado de la lesión.  

Así como puede haber lesiones que no causan manifestaciones es decir, son asintomáticas, también hay pacientes que refieren dolor al caminar, especialmente cuando van en subida, o al subir escalera mientras que otros sienten la molestia solo cuando caminan con un peso, ejemplo al cargar objetos pesados o transitan por terrenos disparejos.  

En los casos más severos, el dolor se presenta simplemente al intentar caminar. Aparte del dolor, también se puede sentir chasquido de los huesos, o sensación de que algo se ha roto en la cadera.  

Disimular el dolor al caminar es algo prácticamente imposible, así que por mecanismo de defensa, la persona puede modificar el ritmo del caminar o cojear para tratar de minimizar el dolor.  

El dolor puede acentuarse al permanecer de pie o sentado por mucho tiempo, o si se camina trayectos muy largos.  

Si el dolor es muy pronunciado puede ser incapacitante, impidiéndote que puedas caminar y mucho menos realizar las actividades que acostumbras hacer. Es una afectación muy frustrante, porque generalmente se presenta en personas jóvenes muy activas, y el dolor interfiere en sus actividades diarias, siendo en muchos casos un factor importante de depresión.  

¿Cuáles son las causas de la rotura de Labrum que te impedirán caminar bien?  

Las causas de la rotura de Labrum pueden ser muy variadas, pero las más comunes se mencionan a continuación:  

Traumatismos 

La rotura de Labrum se puede originar a raíz de un traumatismo. Quizás tuviste una caída que tal vez no recuerdas, pero que tuvo consecuencias en tu organismo. Una caída o golpe inesperado puede hacer que esta membrana sufra un desgarro entre leve, moderado o grave.  

Post ejercicios 

Otra causa común que puede originar la rotura de Labrum, es cuando practicas algún deporte o actividad que requiera un estiramiento de tus extremidades, como por ejemplo: si practicas artes marciales, bailas ballet, practicas yoga, juegas futbol, haces carrera de obstáculos, etc, estás propenso a que en algún momento te estires más de la cuenta y la membrana de Labrum, se lesione.   

Patologías de la cadera 

Algunas veces la causa de que la membrana de Labrum esté lesionada es un cuadro clínico denominado, pinzamiento femoroacetabular de la cadera.  

Esta patología se caracteriza por irregularidades en la forma a nivel de la cabeza del fémur o de su cuello, generando que haya una fricción anormal  generando el dolor y limitando, el movimiento.  

Su origen es desconocido, pero puede deberse a causas genéticas o a pequeños traumatismos que van ocurriendo durante nuestra vida. Esta situación genera focos inflamatorios que luego calcifican, formándose protuberancias o cayos.  

Tratamiento 

Si presentas dolor al caminar, es mejor que no intentes disimularlo y mejor acude al médico. 

Al principio se puede intentar resolver el problema con analgésicos, antinflamatorios y terapia. 

Sin embargo, si después de varias semanas aún continúas con el dolor es probable que requieras de un tratamiento quirúrgico, para ello es necesario que un especialista te evalúe lo más pronto posible.  

La buena noticia es que, con el tratamiento adecuado en algunos casos es posible retomar tus actividades habituales, en otros casos específicos quizás sea contraindicado continuar con ciertos deportes.  

Si quieres saber más sobre tratamientos en lesiones de cadera, puedes consultar aquí.  

Referencias 

  • García B, Pérez L, Acosta R. Pinzamiento femoroacetabular, causa de dolor en la cadera en el adulto joven. Rev Cubana Ortop Traumatol.  2015;  29 (2). Disponible en: scielo. 
  • Camacho J, Sánchez M, González H. Ruptura del Labrum acetabular, tratamiento artroscópico, seguimiento a dos años. Trabajo de investigación. 2012; 57 (2): 129-135. Disponible en mediagrafhic.  
  • Monges M, Lesiones del Labrum acetabular de origen traumático. Tratamiento artroscópico. Artroscopía. 2011; 18 (3): 125-131. Disponible en: revista artroscopía.  

Sánchez A, Sánchez M, Mohino E, Delgado J. AFA, patología invalidante a los 40 años. Rev Clin Med Fam  2018;  11 (3): 162-165. Disponible en: scielo