Plastia de ligamento cruzado de rodilla

¿En qué consiste?

Las roturas de ligamento cruzado no tienen capacidad de cicatrización por lo que la única alternativa es el tratamiento quirúrgico, lo cual está especialmente indicado en pacientes jóvenes o deportistas.

La cirugía se realiza por artroscopia y consiste en la colocación de un injerto tendinoso para sustituir el ligamento cruzado lesionado. El injerto tendinoso puede obtenerse del paciente usando tendones de la corva o pedirse al banco de tejidos.

Estos injertos se pasan por túneles labrados en la tibia y el fémur fijándolos en su lugar con tornillos (no metálicos) o sistemas de suspensión con suturas de alta resistencia.

Post operatorio

Al ser una cirugía artroscópica no precisa ingreso prolongado, aunque en este caso el paciente si puede estar ingresado 24 horas, lo normal es que pueda ser alta al día siguiente de la intervención, se le indicará que camine con muletas dejando parcialmente el peso en la rodilla operada, podrá realizar movimientos suaves de flexión evitando la extensión excesiva de rodilla los primeros días.

Llevará un vendaje compresivo los primeros días, para pasar posteriormente a unos apósitos que cubrirán las heridas para comenzar la fisioterapia.

¿Qué puede esperar?

La cirugía artroscópica del ligamento cruzado de rodilla presenta unos buenos resultados permitiendo al paciente volver a su actividad deportiva previa, aportando estabilidad a la rodilla y protegiéndola del desgaste que ocurriría si no tenemos ligamento cruzado.

Preguntas frecuentes de los pacientes

¿Podré volver a mi actividad deportiva?

Uno de los objetivos de la cirugía es que el paciente puede volver a su deporte habitual, un importante porcentaje de pacientes recuperan el nivel deportivo previo a la cirugía, aunque necesitaran un periodo largo de rehabilitación.

No se permite la vuelta a deportes de contacto hasta los 6 meses tras la cirugía. Pero si que puede realizar carrera, gimnasio, natación o bicicleta una vez recuperado un balance articular y muscular cerca de la normalidad, lo cual sucede entre 1 y 3 meses

¿Es necesaria una segunda operación para retirar los tornillos que fijan el injerto?

No, son tornillos no metálicos que no es necesario retirar, incluso en algunos casos se usan tornillos que con el tiempo se pueden incorporar al hueso al que están fijados.

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