Posiblemente alguna vez le hayas comentado a alguien ¡Me cruje el hombro! O hayas utilizado la siguiente onomatopeya para describir tu situación, ¡Doctor el hombro me suena crack crack cuando lo muevo! Créeme que son expresiones frecuentes que usan los pacientes en las consultas médicas.

Seguramente, también te has preguntado ¿A qué se debe esto? ¿Por qué suena la articulación? O ¿por qué me cruje el hombro?

Pues si, a veces hemos sentido un ruido o un crujido cuando movemos una de nuestras articulaciones, como la de los hombros o las rodillas, e incluso algunas personas acostumbran a sonarse a propósito los nudillos de los dedos de las manos para desestresarse pero, aunque no es algo patológico, no es aconsejable esta práctica. Al ruido producido se le conoce como crepitación.

El ruido per sé no es un signo anómalo como tal, pues muchas veces esos ruidos son producto de una mala posición en el momento del movimiento, pero son situaciones esporádicas que no causan ningún tipo de dolor, simplemente suenan o crujen los huesos en un momento determinado.

Esto suele ser común en los gimnasios, pero basta con estirar un poco la articulación y el ruido desaparece.

En este caso no hay de qué preocuparse, sin embargo, si debes estar atento a mejorar la postura para evitar el roce de los huesos, ya que si es continuo podría desgastar las estructuras de colchón o estirar demasiado los ligamentos, y si eso sucede si será problemático.

Ahora bien, si el ruido o crujir de tus hombros son constantes y empiezas a sentir dolor u observas una zona inflamada alrededor, debes buscar ayuda médica de inmediato para evitar complicaciones.

El ruido per sé no es un signo anómalo como tal

En ocasiones si el dolor es leve podría desaparecer al tomar un descanso o al colocar alternadamente compresas calientes y frías en la articulación afectada durante 20 minutos por varios días, pero si no mejora es posible que requieras terapias más profundas e incluso en los casos más severos, una cirugía.

Ahora te explicaré los posibles diagnósticos a los que se puede deber que te cruja el hombro al moverlo.

Subluxación del hombro

Se trata de una dislocación del húmero, es decir, es una situación en donde la cabeza del húmero se ha salido parcialmente de su órbita fisiológica conocida como cavidad glenoidea. Esta situación puede provocar una sensación de hormigueo (parestesia) o dolor leve o moderado.

Si bien no es algo grave si necesitarás que un especialista coloque tu hueso nuevamente en su lugar.

Laxitud ligamentosa

Se define como aquella condición en la que los ligamentos de los hombros se encuentran más estirados de lo normal, haciendo que la articulación se torne floja, siendo imposible mantener la estabilidad fisiológica del hombro “inestabilidad glenohumeral”. Por esta razón, al mover el brazo la articulación sonará dado que la cabeza del húmero bailará en la cavidad glenoidea, es posible que haya dolor.

Esta condición de los ligamentos flojos puede regularizarse a través de fisioterapia, el cual ayudará a tensar un poco los ligamentos de manera que la articulación sea estable durante el movimiento. Tampoco es bueno que los ligamentos sean demasiado tensos o rígidos, porque esto imposibilitará el movimiento.  

Efecto cavitación

En el efecto cavitación se produce un aumento en la presión intra-articular haciendo que se produzcan gases o burbujas en el líquido sinovial, cuando el hueso es presionado y movido luego hacia otro lugar. El cambio de presión es lo que produce el ruido. Este concepto por lo general se acopla muy bien en el caso del chasquido que se produce a nivel de los nudillos de las manos.

Envejecimiento de las articulaciones

Al envejecer es común que las articulaciones se vuelvan más ásperas, con unas superficies articulares menos “lisas”

Los sonidos de las articulaciones podría ser el primer síntoma de desgaste articular, principio de artrosis, etc.

Tú más que nadie conoces tu cuerpo y sabes más o menos desde cuando comenzaste a darte cuenta que tu hombro crujía al moverlo. Si es algo nuevo que estás experimentando, es mejor que le prestes atención.

Cualquiera que sea tu caso, es necesario que acudas al médico para que evalúe hasta qué punto es normal que te cruja el hombro. Es mejor que en vez de repetir una y otra vez ¡Me cruje el hombro! te hagas un chequeo a tiempo para evitar que se convierta en un hombro doloroso a futuro. 

Referencias

  • Udaondo M, G. Romero T, Casado V. El hombro doloroso a través del razonamiento clínico. MEDIFAM. 13  (3): 186-190.
  • Mora-Vargas K. Hombro doloroso y lesiones del manguito rotador. Acta Médica Costarricense. 2008 50 (4): 251-253.
  • Ugalde C, Zúñiga D, Barrantes R. Actualización del Síndrome de Hombro Doloroso: lesiones del manguito rotador. Medicina Legal de Costa Rica. 2013, 30 (1): 63-71.